COMUNICACIÓN
ADMINISTRATIVA
1.
Definición
La palabra comunicación proviene
del latín communicatio y significa hacer común. El comunicador trata de
establecer una especie de comunidad con el receptor. Así, la comunicación se
refiere a la transmisión de información mediante símbolos comunes, y a su vez
comprensión. Los símbolos comunes pueden ser verbales o no verbales. Así,
comunicación es la transferencia de información y de significados de una
persona a otra. Es el flujo de información entre dos o más personas y su
comprensión, o la relación entre personas por medio de ideas, hechos,
pensamientos, valores y mensajes. La comunicación es el punto en el cual
convergen las personas cuando comparten sentimientos, ideas, prácticas y
conocimientos. Así, toda comunicación involucra cuando menos a dos personas: la
que envía un mensaje y aquella que la recibe. Una persona sola no puede
comunicar nada, porque necesita otra para completar el acto de la comunicación,
que implica necesariamente transacciones entre personas.
Los procesos de comunicación en el
seno de una organización son vitales para la consecución de los objetivos de la
misma. Se trata de procesos que enlazan los diversos componentes de la
organización; puede encontrarse en todos los niveles de la misma y afectan a
cada una de las personas que de una forma u otra trabajan para ella. La
eficacia del sistema de comunicaciones (la forma en que se dirige) tiene un
impacto significativo sobre la eficacia última de toda la organización.
La comunicación es un elemento
clave, porque los administradores no trabajan con cosas, sino con información
acerca de ellas. Además, todas las funciones administrativas, como la
planeación, la organización, la dirección y el control, sólo pueden funcionar
en la práctica mediante la comunicación. Esta es indispensable para el
funcionamiento de la organización. A pesar de todos los avances de la
informática y las telecomunicaciones, la comunicación entre las personas
todavía deja mucho que desear, porque no depende de la tecnología, sino del
esfuerzo de la gente y de aquello que las rodea. Es un proceso que ocurre en el
interior de las personas.
2.
Funciones
·
Control
La comunicación tiene un fuerte
componente de control en el comportamiento de la organización, los grupos y las
personas. Cuando los individuos siguen normas y procedimientos de trabajo, o
cuando comunican un problema laboral a su superior inmediato, provocan que la
comunicación tenga una función de control. Deben respetar la jerarquía y las
normas formales, y la comunicación sirve para comprobar si esto efectivamente
ocurre. La comunicación informal también controla el comportamiento cuando un
grupo hostiga a otro o cuando alguien se queja porque una persona produce más o
menos que la media del grupo.
·
Motivación
La comunicación propicia la
motivación cuando se define lo que debe hacer una persona, se evalúa su
desempeño y se le orienta sobre las metas y resultados que debe alcanzar. La
definición de los objetivos, la realimentación sobre el avance alcanzado y el
refuerzo del comportamiento deseable estimulan la motivación y requieren
comunicación.
·
Expresión
de Emociones
La comunicación en un grupo
representa una alternativa para que las personas expresen sus sentimientos de
satisfacción o insatisfacción. La comunicación casi siempre es un medio para la
expresión emocional de los sentimientos y de satisfacción de ciertas
necesidades sociales.
·
Información
La comunicación facilita la toma de
decisiones individuales y grupales al transmitir datos que identifican y
evalúan cursos de acción alternativos.
3.
Formas
a)
Básicas
Siendo tan amplio el espacio que la
comunicación abarca dentro de la gama de las actividades humanas, el
tratamiento de la misma (incluso en su estado actual parcialmente desarrollado)
llena bibliotecas. Para simplificar, podemos decir que hay seis formas
importantes de comunicación humana:
·
Oral
·
Escrita
·
Signos y símbolos.
·
Gestos movimientos de
los dedos, expresiones faciales, etc.).
·
Sonidos no verbales
(música, batir de tambores, etc.).
·
Combinaciones de
cualquiera de ellos, como la suma de lenguaje oral, gestos y música en la
televisión e internet o el lenguaje oral más los gestos de la conversación.
La comunicación, referida al
profesional de las relaciones públicas, engloba todas estas formas aunque
predomina la comunicación de masas más que el intercambio entre individuos.
b)
Redes
·
Rueda
La persona A está en la posición
central, a través de la cual deben transmitirse los mensajes de B, C, D y E.
·
Cadena
La persona A está también en la
posición central para transmitir mensajes, pero los mensajes que van a la
persona C deben pasar por la persona B y los mensajes que van a la persona E
deben pasar por la persona D.
·
Red
Y
La persona C está en la posición
central respecto a las personas A, B y D, pero los mensajes a la persona E
deben pasar a través de la persona D.
·
Círculo
Cada persona puede comunicarse con
las situadas a ambos lados.
·
Todos
los Canales
Los mensajes de pueden ser
transmitidos por todas las personas, yendo a parar a cualquiera de los demás.
En las organizaciones actuales es
poco probable que podamos encontrar reproducciones exactas de tales redes. Las
redes, tanto las formales como las informales, de una empresa típica están
formadas habitualmente por más de cinco personas y ocurre con frecuencia que se
trata de una combinación de dos o más de los modelos ilustrados. Un concepto
importante que ilustran estas tres redes – la rueda, la cadena e Y – es el del
portero, que es la persona que puede decidir qué mensajes deberían, o hace
falta, transmitir a los demás. En la red rueda, la persona A es el portero
respecto a todas las demás y en la red cadena, la persona A es el portero B y
D, mientras que B es el portero para C, y D lo es para E.
A continuación se muestran las
gráficas correspondientes a los casos mencionados anteriormente.
4.
Proceso
·
Fuente
Es el emisor o comunicador que
inicia la comunicación al codificar un pensamiento. La fuente envía un mensaje.
El mensaje es un producto físico codificado por el emisor, como: un discurso,
un texto escrito, una pintura o una pieza de música. Cuando gesticulamos
movemos los brazos o usamos expresiones faciales. El código o grupo de símbolos
que usamos para transmitir significados afecta el mensaje. Para ser
transmitido, cada mensaje debe tener un contenido y un código.
·
Codificación
Para que el mensaje sea transmitido
debe ser codificado, es decir, sus símbolos deben ser traducidos a una forma
que se pueda transmitir adecuadamente a través del canal escogido.
·
Canal
Es el vehículo por medio del cual
se transmite el mensaje. El canal es el portador del mensaje y el emisor lo
selecciona. El canal es el medio que existe fuera del consumidor y puede ser
percibido por todos. El menú de opciones para escoger el mejor vehículo para
cada mensaje nunca antes fue tan grande y variado. El vehículo puede ser un
discurso, que utiliza la audición; un documento escrito, que utiliza la vista o
el tacto, o la comunicación no verbal, que utiliza los sentidos básicos. El fax,
el correo electrónico, el internet y el teléfono celular, entre otras
tecnologías, han tenido enormes repercusiones en las comunicaciones.
·
Decodificación
Para que el mensaje sea
comprendido, el receptor debe traducir sus símbolos. La decodificación es el
proceso que utiliza el receptor para traducir el mensaje en su mente. Cuando la
comunicación es correcta, la idea o la imagen mental resultante corresponderá a
las del emisor. Al igual que el emisor, el receptor tiene limitaciones en sus
habilidades, actitudes, conocimientos y sistema sociocultural. Así como el
emisor debe tener habilidades para hablar o escribir, el receptor también debe
tenerlas para escuchar o leer. El conocimiento, las actitudes, y la formación
cultural de una persona influyen en su capacidad para emitir y recibir
mensajes.
·
Receptor
Es el sujeto hacia el cual se
dirige el mensaje. Es el destinatario final de la comunicación.
·
Realimentación
La línea final del proceso de
comunicación es la realimentación. Cuando la fuente de comunicación decodifica
el mensaje y codifica una respuesta tenemos realimentación o feedback,
que es el proceso que permite verificar si el mensaje ha sido transmitido con
éxito. La realimentación indica si el mensaje fue comprendido. Por lo mismo, se
dice que la comunicación eficaz es la que funciona en una doble vía, es decir,
del emisor al receptor y de regreso para confirmar la recepción y el
significado del mensaje. En el fondo, la realimentación es la reacción del
destinatario al mensaje enviado.
·
Ruido
Son los factores que pueden
distorsionar un mensaje. Se puede presentar en cualquier etapa del proceso de
comunicación.
5.
Condiciones
·
La predisposición del
receptor. Esta se compone de su herencia, su perspectiva acerca de la vida y
del tema, sus temores, su preparación, su vinculación a determinados grupos,
etc.
·
La propensión innata a
creer en lo que es tranquilizador para la propia psique o que la protege del
sentimiento de culpabilidad o temor.
·
Las necesidades básicas
del individuo, como la valoración individual, la aceptación del grupo, la
autocomplacencia, la seguridad, la habilidad, los conocimientos y el poder.
·
La necesidad básica de
armonía entre las necesidades y los deseos del individuo y las exigencias
sociales y las presiones que se ejercen sobre él, incluida la conciencia y
otras fuerzas. La persona tiene una tendencia inherente a aceptar lo que
aumenta la armonía y le protege de lo que podría crear disonancias dentro de
él.
·
Fidelidad al mensaje.
¿alcanza éste al receptor en la forma en que fue emitido? Esto implica la
física de la transmisión: ondas sonoras, ondas luminosas, etc.; la claridad de
la transmisión y de la recepción, incluidos aspectos tales como las inflexiones
de la voz o la nitidez de los colores; y la semántica correspondiente: ¿dan el
emisor y el receptor los mismos significados precisos a las palabras y los
símbolos?
·
La habilidad y
experiencia del comunicante, factor sobresaliente en todos los esfuerzos de
comunicación. La habilidad profesional puede hacer maravillas; la ineptitud o
la falta de profesionalidad pueden originar resultados totalmente opuestos.
¿Está sintonizado para penetrar dentro de la piel del receptor, comprendiendo
cómo éste recibirá y responderá a cualquier mensaje? ¿Es diestro en la
formulación y proyección de mensajes de forma que puedan alcanzar al receptor
bajo las circunstancias óptimas y ser interpretados en la forma adecuada? .
Además, existen otras que se pueden
añadir:
·
La gerencia debe
reconocer la necesidad y los beneficios que aportarían unas buenas
comunicaciones en el seno de la organización, y debe tomar las medidas
necesarias para crear un clima que conduzca a una comunicación eficaz.
·
Los directivos de todos
los niveles deben ser conscientes de su papel en el sistema de comunicaciones
y, si es necesario, deben estar preparados para desempeñarlo debidamente.
·
Debería recurrirse a
profesionales en el campo de las comunicaciones dentro de la organización para
asistir a la dirección en la planificación del sistema de comunicaciones, en su
implementación de su eficacia.
6.
Influencia
en el Comportamiento
·
Influencia
de la Pertenencia a un Grupo
Subrayando un elemento de la
predisposición del individuo – su identificación con varios grupos – algunos
autores concluyen:” en materias que se refieren a las normas de grupo, cuánto
más unida está la persona con el grupo, o más activa es dentro de él, tanto
mayor es la influencia que su calidad de miembro ejerce sobre su respuesta a
las comunicaciones”.
La predisposición no sólo determina
en gran manera lo que el receptor percibe de la comunicación, sino que
determina el grado en que se expone a sí mismo una idea. Se sabe que “la gente
se siente más predispuesta a hablar de asuntos controvertidos con gente de sus
mismas ideas que con aquellos que no comparten sus opiniones”
Los que están interesados en un
tema y sienten inclinación por él son los que están más dispuestos a recibir nueva
comunicación que les concierna: “Los que han leído acerca de un tema también
tienden a escuchar cuando se habla de él y los que prestan atención en un
momento también tienden a prestar atención en otro”.
·
Receptividad
Variable
Existe una amplia gama de lo que
puede denominarse susceptibilidad a ser conmovidos por las comunicaciones. “Las
personas con una autoestima reducida (por ejemplo, las personas con alto grado de inadecuación
social, inhibición de la agresión y tendencias depresivas) son más probablemente
influidas por las comunicaciones persuasivas que aquellas que tienen una gran
autoestima; pero quienes presentan síntomas agudos de neurosis (por ejemplo:
ansiedad neurótica o reacciones obsesivas) es más probable que se resistan. Los
que tienen una pobre estimación propia son fácilmente persuadidos por otros
porque carecen de carácter; los neuróticos están demasiado perturbados,
demasiado preocupados por sí mismos o son demasiado negativos para prestar
atención o preocuparse”.
Aunque el reciente predominio de la
televisión e internet como fuerzas modeladoras de los hábitos de comunicación
de las masas puede estar cambiándolos. Algunos autores señalan que “cuanto más
elevada es la educación, mayor es la confianza en lo impreso; cuanto menor es
la educación, tanto mayor es la confianza en los medios auditivos y de imagen”.
Entre los más importantes factores
variables que determinan dónde la comunicación es eficaz se cuenta la relación
entre la fuente y el receptor interesado.
7.
Factores
que Determinan Una Comunicación Eficaz
·
La disposición mental
de la audiencia. Hay una gama muy amplia de capacidades mentales incluido
dentro de cualquier clase o grupo específico de personas. Sin embargo, para
simplificar, podemos generalizar diciendo que la mayoría de la gente tiende a
tener o una mente “abstracta” o una mente “concreta”. El pensador abstracto es
el escritor, el artista, el hombre de ideas, el hombre que vive de elementos
intangibles, que es excitado por perspectivas no vistas y que trata de alcanzar
lo desconocido y lo nuevo. El pensador concreto es el hombre de producción, el
contable, el abogado, el hombre práctico que generalmente debe sentir o ver
algo antes de reconocer su existencia, el hombre que está habituado a rechazar,
como falsa, cualquier cosa que no se pueda medir o calcular.
·
El incremento de la
educación, la participación mayor en las cosas y otros factores liberadores han
elevado la sofistificación del pueblo americano, que ha asumido una actitud de
escepticismo hacia las comunicaciones que tratan de influir en él.
Como consecuencia, las
comunicaciones abiertamente insinceras no sólo son ineficaces sino que
refuerzan la resistencia que impedirá
loa aceptación d futuros esfuerzos.
·
Debido a las audiencias
sofisticadas y escépticas para influir en ellas, a la gran diversidad de
tendencias que debe tenerse en cuenta y al gran número de comunicaciones
dirigidas a diario hacia cada individuo, la función de las relaciones públicas
reside en inyectar ideas e información dentro de esa ancha corriente de
comunicación. Allí esas ideas e información se verán emparejadas con las demás,
ejercerán su influencia sobre ellas y se pondrá espontáneamente en marcha, por
parte del público, un proceso de selección. La habilidad del profesional de
relaciones públicas está en seleccionar los medios y el contexto de la
información que coloca en la corriente de comunicación, en hacerla apetecible
al receptor en su propio cuadro de referencia, en colocarla a tiempo, en
yuxtaponerla con todas las otras cosas que se hacen saber y en conseguir a
atención por su interés.
·
Durante algún tiempo se
ha mantenido la teoría de que existe al menos un flujo de comunicaciones
dividido en 2 etapas, a través de lo que se ha convenido en llamar “líderes de
opinión”. El concepto fue expresado originalmente de la forma de que “las ideas
a menudo fluyen de la radio, televisión, vídeos, internet, prensa, etc. a los
líderes de opinión y de ellos a los sectores menos activos de la población”.
Los líderes de opinión que ejercen
tal influencia están diseminados en todas las clases sociales y se parecen
mucho a las personas en las que influyen. Sin embargo, comparados con el resto
de la población, los líderes de opinión reciben mucha más información de la
radio, televisión, internet, periódicos, revista, etc., es decir, de los medios
formales de comunicación.
Estos líderes de opinión o
influyentes, pueden suministrar a quienes les siguen tres o cuatro tópicos,
pero, usualmente, se limitan a uno sólo. Por ejemplo, no es probable que el
líder de la moda sea un líder de marketing, ni es probable que el médico que
influye a otro para que éste adopte un nuevo medicamento tenga más influencia
que otros colegas para hacerle cambiar de opinión en lo relativo a temas de
interés público…Sin embargo, el líder se encuentra típicamente más influido que
sus seguidores por los medios adecuados en su esfera de influencia…Después que
el líder de opinión ha influido en su seguidor, la comunicación de masas puede
proporcionar un material al que éste último atiende o que percibe
selectivamente y que pasa a reforzar su recién adoptada opinión.
·
En aparente equilibrio
con el proceso de dos etapas, surge ahora la visibilidad instantánea de los
acontecimientos y de los temas de interés. La televisión e internet llevan la
“realidad” y “significación” directamente a las vidas de los oyentes.
Conscientes de ello, todos los presidentes de gobierno, han hecho lo posible
para alcanzar a sus pueblos directamente por medio de apariciones en la
televisión e internet. La influencia de la televisión e internet, la gran
mejora en los niveles de educación, el progreso social y el tiempo libre han
transformado la manera de generar influencias. Ahora está claro que hay por lo
menos tres grupos separados en la categoría de “líder” y que la mayoría de
ellos está cada vez más separada del contacto directo con el público. Son:
ü Los
Activistas Orales: que se dedican a proponer una causa.
ü Los
Líderes de Opinión: medios de comunicación de masas y educadores clave.
ü Los
Líderes de Poder: legisladores, funcionarios del gobierno, jueces y reguladores
que tienen poder para ejecutar acciones que afectan a las organizaciones y la
sociedad.
·
A medida que aumenta la
proporción de gente que ha crecido bajo la influencia primaria de la
televisión, cambia la pauta total de cómo se establecen las ideas. La gente
propensa a una participación visual instantánea tiende a ser impaciente con la
compleja interacción de los elementos de la sociedad. Tiene menos paciencia en
hacer que las cosas funcionen. Ven resueltos todos los problemas en un espacio
dramático de treinta minutos y en todos los anuncios que garantizan la
consecución de los deseos. Esto tiende a crear la incertidumbre eufórica de que
todas las cosas se pueden conseguir de una forma inmediata y rápida; y la frustración
que resulta cuando no aparecen con facilidad las soluciones, sino al
contrari0o, au8mentan los problemas. La comunicación con esta gente requiere
orientación gráfica de la acción.
·
La primacía de la
visibilidad determina el poder de importancia dado a cualquier tema. Cuando el
activismo contra la guerra a Vietnam estaba en su cumbre hacia finales de 1969,
Norteamérica perdía unos 85 hombres por semana. Al mismo tiempo, más de mil
personas por semana morían en accidentes de automóvil. Pero la guerra era muy
visible y se había convertido en un tema de interés emocional. Los accidentes
de automóvil rara vez se muestran en la televisión e internet, la cámara rara
vez se enfoca hacia los parientes entristecidos, nunca se muestra a una madre
que recibe la bandera que ha envuelto el ataúd de un hijo que murió en un
accidente de automóvil. El sacrificio en Vietnam fue terrible, pero fue su
visibilidad lo que lo convirtió en un tema de interés llameante a nivel de
calle, mientras la mortandad de las autopistas consiguió menos atención.
·
Es preciso recordar que
en la mayoría de los casos la persona selecciona el medio del que recibe
información. La aparición de un mensaje en un medio que él mismo ha elegido
predetermina una probable disposición a, por lo menos, reconocer y considerar
el mensaje.
·
Hay una gran variación
en la capacidad de difusión de distintos mensajes. Algunos asuntos entrañan
mucho más riesgo o peligro que otros para el equilibrio psíquico de aquel a
quien se apela, y algunos exigen cambios más extensos y penetrantes que otros.
No es posible juzgar con precisión lo que una persona puede asimilar estudiando
lo que ha asimilado previamente, porque no hay dos mensajes que entrañen el
mismo grado de efecto sobre su psique.
·
En comunicaciones
existe lo que se ha dado en llamar el “efecto de origen”. “La reputación de una
empresa guarda estrecha relación con la forma en que sus perspectivas de venta
determinan las decisiones de compra”.
Es probable que este efecto de la
reputación – el efecto neto de las relaciones públicas totales de la
organización – influya en las actitudes de los futuros accionistas y empleados,
funcionarios gubernamentales, líderes cívicos, y todos los demás públicos.
·
Para que la
comunicación tenga lugar, es preciso que la audiencia se halle en lo que se
podría llamar “una postura de receptividad”. Como hemos visto, la adopción de
un mensaje por aquel a quien va dirigido resulta de una compleja combinación de
influencias precondicionantes. Aparte de aquellas que conforman el carácter del
receptor mismo, están las muchas exposiciones previas al origen de cualquier
mensaje dado. Esto es de extrema importancia en las relaciones públicas. Cada
día tiene mayor aceptación que la inclinación favorable de un individuo hacia
todos los mensajes que derivan de una determinada fuente es el resultado de su
experiencia total con esa fuente. El carácter de la organización tal como se
ejemplifica por sus acciones, la sinceridad y veracidad de sus previas
manifestaciones, el valor de sus productos o servicios, y otras influencias,
preparan el terreno para el entusiasmo o el rechazo con que será recibida la
comunicación de la organización.
·
Es muy improbable que
se puedan inducir ideas por medio de mensajes directos, patentes, parecidos a
los de la publicidad de venta a presión que es eficaz para vender productos,
sino hay una previa “postura de receptividad” hacia la idea. Donde existe una
opinión negativa o hay indiferencia, los esfuerzos evidentes para forzar la
propia opinión en las mentes de los demás es, en el mejor de los casos,
ineficaz, y, en el peor, aumenta la resistencia.
·
Hay un “umbral de
conciencia” que se debe alcanzar y trasponer antes de una idea se convierta en
un factor de la actitud de un individuo o de un grupo. Con millones de temas que intentan penetrar
como intrusos en la conciencia de cada individuo, el proceso por el que un
concepto evoluciona en la mente – desde la más amplia oscuridad, atravesando
las varias etapas de la conciencia, hasta asentarse y constituir una influencia
– es una de las grandes ideas inexploradas de la psicología. Sin embargo, no
hay duda de que todas las ideas que llegan a tener influencia atraviesan la
pantalla de resistencia que el individuo tiene que erigir para bloquear la gran
mayoría de ideas que reclaman estrepitosamente su atención para convertirse en
parte de su realidad y de sus recursos mentales.
·
De esto podemos deducir
que el asentar una idea en la mente pública requiere un “enfoque de canal
múltiple”. Por ejemplo, es completamente distinto que nuestro hijo adolescente
exprese una docena de veces una idea de poseer un barco, que tener doce
personas responsables, en una docena de situaciones y circunstancias distintas,
hablando entusiasmados de lo divertida y excitante que es la náutica. Cuando una
combinación múltiple de impresiones penetra en nuestra atención se crea loa
sensación de que la idea es desbordante, que es “lo que hay que hacer”. Por lo
tanto tiene considerablemente mayor influencia. Es probable que el mismo número
de mensajes sea mucho más eficaz si se dirigen a través de muchos canales –
periódicos, comentarios de radio, programas de televisión e internet, inclusión
en las películas, discusión directa, reuniones de club, etc. -- que se repiten
a través de los mismos medios. No es ya probable que la comunicación eficaz
pueda confinarse al periódico de empresa o a simples anuncios insertados en la
prensa local o en cualquier otro medio. Las relaciones públicas, para ser
eficaces, tienen se tan lábiles y globalizadoras de los canales de comunicación como lo permitan los recursos
y los talentos disponibles.
Hay que llegar a la gente por
muchos canales, durante un cierto tiempo y en el contexto de muy diversas
perspectivas y de muchas ventanas abiertas al mundo.
·
Cuanto más importante
se dirige una comunicación a una audiencia concreta o un receptor aislado, más
probable será lo que reciba y lo acepte. “Las comunicaciones dirigidas a
audiencias concretas son más eficaces
que las que se dirigen al público en general”.
·
Cuanto más nítidamente
se enfoque al receptor el punto clave de una comunicación, más probable es que
aquél la comprenda. Al mismo tiempo, no debe resultar condescendiente o parecer
que insulta la inteligencia del receptor. Este debería ser inducido a sacar sus
propias conclusiones sin sentir que éstas le han sido impuestas.
Especialmente en temas complejos,
la deducción explícita de conclusiones por el comunicante es más eficaz para
obtener la aceptación de la audiencia que dejar que se esta última la que saque
sus propias conclusiones del material presentado; presumiblemente este hecho se
incrementará cuanto menos inteligente o menos educada está la audiencia.
·
La reacción prematura a
los acontecimientos puede disfrazar sus efectos reales. Una gran y exacerbada
publicidad puede parecer que crea una opinión pública a causa de su inmediatez,
visibilidad y fuerza. Pero, a menudo hay una reacción contra ese furor que
tiene más consistencia y duración.
·
El número y tipos de
medios de comunicación han conocido una gran expansión y hay una enorme gama de
temas que claman por llamar la atención del individuo. Los días en que una
persona leía, o por lo menos miraba, todo lo que se exponía ante él, han
terminado. El individuo tiene libertad para elegir las comunicaciones a las que
desea exponerse. De ahí que haya una separación casi completa entre exposición
discrecional y exposición impuesta.
Es necesario hacer que el propio
interés de la persona sea tan inmediatamente visible que sienta la urgencia de
abrir su psique al mensaje.
·
Hay un cierto número de
modos en que los esfuerzos para comunicar tienen el efecto contrario y
“descomunican”. Su resultado es el fracaso o incluso una reacción
contraproducente. Las formas más corrientes de “descomunicación” son:
Ø Anteponer
el Arte a la Comunicación
El fin de los materiales gráficos
en relaciones públicas es ayudar al proceso de comunicación. Cuando los
artistas o diseñadores subrayan su creatividad o personalidad a costa de la
transmisión del mensaje, el resultado es la descomunicación.
Ø El
Cebo de la Comunicación “Controlada”
Es tentador tratar de proyectar
información e ideas a la audiencia exactamente como uno quisiera, más que
hacerlo a través del cedazo de terceros, tales como editores. Sin embargo, ya
hemos visto que los materiales de comunicación impuestos son mucho menos
eficaces que aquellos a los que se expone la audiencia por elección o en otro
contexto. Así pues, la publicidad de ideas, los textos no solicitados por el
receptor y otros materiales “controlados”, a menudo descomunican.
Ø Nombres
Que No Comunican Nada
El nombre de una organización como
el de una persona, es fuente primaria de una impresión. Los esfuerzos para
idear nombres “neutrales” descartan esta fuente vital de impresión y a menudo
confunden.
Ø El
Esnobismo de la Jerga
Los sectores de la sociedad se
separan por los lenguajes que crean. Las terminologías que nacen de la
creciente especialización dificultan la comprensión entre los distintos grupos.
A ello se suma, con progresiva insistencia, el esnobismo. Aquellos que quieren
asegurarse de que otros les reconocen situados a distinto nivel desarrollan
deliberadamente una jerga que les sitúa a parte. Son ejemplos el uso de
“privación motivacional” en vez de pereza; de “una colectividad
interrelacionada” en vez de grupo; de “conceptualizar” en de imaginar. A
menudo, un término de la jerga se hace muy conocido, se cambia: “demencia
precoz” se convirtió en “esquizofrenia” y “parálisis infantil” se convirtió en
“poliomielitis”.
Ø Eufemismos
El público, franco y escéptico,
entiende los esfuerzos por anular un tema como evasivas. Son ejemplos:
“asignado al comité para su reconsideración” en vez de decir “rechazado”;
“discontinuado” en vez de “desechado”; “jubilación prematura” en vez de
“despedido”; “decrecimiento” en vez de descargarse de una sección poco
rentable; y “disminución de inventario” en vez de “pérdidas por robo”.
Ø Condescendencia
La comunicación es una forma de
galanteo: la fuente es un novio que apremia su caso con lógica, ardor, encanto
y persuasión para superar la indiferencia o reticencia de su prometida. Un novio que se ha propuesto demostrar su
superioridad sobre el objeto amado y desdeña los intereses de éste es probable
que permanezca célibe. Supuestos comunicadores profesionales, tratando de
seducir a sus audiencias, a menudo las repelen. Dejan ver que el receptor es la
diana de sus objetivos particulares. Cuando un comunicador exhibe su propia
talla y superior intelecto, muestra que está manipulando a la audiencia, más
que sirviéndola. Es condescendiente, y no respetuoso, hacia sus lectores o
espectadores. Impone la primacía de su ego sobre sus fines. El ego es singular,
propicio a ser acariciado en soledad. La comunicación es plural, entraña
interacción con los demás, y permite ganarse a las multitudes. El ego es el
enemigo de la comunicación.
Ø El
Perdido Arte de la Expresión
Muchos estudios recientes han
demostrado que la capacidad para expresarse, por escrito o de palabra, ha ido
decayendo de forma constante. Al mismo tiempo que la complejidad de la sociedad
aumenta y hace que sea cada vez más necesaria una expresión clara, ha ido
creciendo el predominio de un material de comunicación torpe o incluso
semi-analfabeto. Probablemente, el atributo aislado más vital del comunicador
es la habilidad excepcional en su capacidad de expresión.
Ø Aceptando
lo Nuevo con Un Pie en el Pasado
El tipo moderno de palo seco, ahora
ampliamente utilizado e materiales impresos, es más difícil de leer y más
cansado que el tipo con ornamentación, que es más tradicional.
·
De los principios
desarrollados podemos resumir los elementos necesarios que conducen a la
convicción y motivación de la audiencia.
Los elementos primarios son:
Ø Aceptabilidad
A menos que la fuente de la
información sea respetada y objetiva, la comunicación no tendrá lugar. El
mensaje o la manifestación tienen que alcanzar a la persona cuando está
predispuesta a aceptarlas, cuando ha abierto su mente al interlocutor al que va
a permitir que invada la intimidad de sus convicciones internas. Ante un
interlocutor desconocido o sospechoso, el receptor cierra su mente e incluso
siente resentimiento hacia la persona que hace esfuerzos para cambiar su
pensamiento.
Ø Compatibilidad
El mensaje tiene que estar
relacionado con la postura de reflexión e identidad del receptor. La gente
rechaza o distorsiona cualquier cosa que sea ajena a su herencia, antecedentes
y origen de su convicción. El público responde a lo que refuerza su concepto de
sí mismo y de su visión del mundo.
Ø Intensidad
El grado de impacto del mensaje se
determina por la preeminencia que alcanza en competencia con los otros muchos
esfuerzos que concurren para captar la atención del receptor. La información
presentada ocasionalmente o entre la masa de otras informaciones tiene mucho
menos impacto que la información que se transmite aisladamente y en forma
destacada.
Ø Visibilidad
La comunicación que está más cerca
de la realidad, que involucra a la persona haciéndola casi parte de ella, tiene
mayor fuerza para inclinarla a su favor.
Antes, el factor de mayor
activación radicaba en el elemento dramático y el artista “animador”; hoy dicho
factor lo constituyen la televisión, el cine, los DVDs y el internet.
Ø Impregnación
Cuando un tema parece que envuelve
totalmente a la persona, ésta tiende a aceptarlo y a darlo por descontado.
Dicho tema se convierte en parte del ambiente en el que vive. El sujeto se
encuentra rodeado por él y absorbe el propio clima de la idea.
Ø Variedad
de Impresiones
La impregnación se deriva del
encuentro reiterado con un tema en una amplia variedad de formas. Como hemos visto,
este enfoque hacia la persuasión de canal múltiple es vital.
Ø Persuación
Ninguna intensidad de impacto,
variedad o penetración influirán en las actitudes y opiniones a menos que el
contexto de las comunicaciones sea persuasivo. Este tiene que ser desarrollado
muy hábilmente para alcanzar el subconsciente de la persona y sintonizar con
sus impulsos, intereses y deseos. La mera expresión del punto de vista del
comunicador no tendrá éxito; tiene que estar sintonizado con la inclinación
mental y emocional de la audiencia.
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